La otra forma de desnudarse.

Todos entendemos por desnudarnos: quitarnos la ropa.
Es un acto relativamente fácil. Nos la quitamos en muchos sitios: en la playa, en la piscina, en el gimnasio…y con nuestra pareja. Nos ha visto desnud@s miles, ¡miles de veces! Pero hoy…no quiero hablar de ese tipo de desnudo. Hoy, quiero hablar del otro desnudo. Del desnudo del alma. De ese desnudo que no mostramos tanto, nisiquiera a esa persona que tantas veces nos ha visto, precisamente, desnudos.

Yo siempre he pensado que el ser humano está hecho para dar y recibir amor. Desde pequeños. Desde los inicios de la vida. Los humanos, estamos hechos para vivir en comunidad, entre amigos, y, de todas esas personas que nos rodean, elegimos una, que pensamos y queremos que sea la definitiva, la que nos acompañe en todos los momentos que queremos compartir. Los momentos buenos, y los malos también.

Pero..¿ porqué fracasan tanto las relaciones? ¿ Porqué creemos que conocemos a las personas y de repente un día nos despertamos y vemos un completamente desconocid@ durmiendo a nuestro lado? Yo me lo había planteado muchas veces. Hasta que conocí al que a día de hoy es mi marido. Y es que muchas cosas son tan diferentes a lo que había vivido hasta el momento.

Para bien o para mal yo he tenido varias relaciones. Cortas, largas, intensas, superficiales.. pero todas acababan de una forma muy parecida. Sintiéndome extraña y sintiendo extraño a la persona que me acompañaba. ¿ Que es lo que pasaba ? ¿ Que es eso que con mi marido NO pasa ?

La COMUNICACIÓN.  Me habían dicho tantas veces que la comunicación es de los pilares bases de toda relación ( de pareja, de amistad, de familia, de trabajo..) sin comunicación es imposible establecer relación. IM.PO.SI.BLE. Y yo en eso, me he convertido en una experta.

Por miedo, por vergüenza, a veces callamos preguntas que quisiéramos hacer a nuestro compañe@ de vida. Pero…¿ vergüenza a qué? ¿No es esa la persona que nos ve deshacernos en un orgasmo? ¿ No es esa la persona que te ha quitado la ropa? ¿ No es esa la persona que te ha visto sudando a mares con una fiebre gripal? ¿ No es esa persona la que entra al mismo lavabo a lavarse los dientes mientras tú te tomas una ducha?

Para conocer a una persona realmente, y que las personas nos conozcan a nosotros, tenemos que desnudarnos. Desnudar el alma. Expresarnos. Hablar abiertamente, de nuestros gustos, de nuestras preferencias, de nuestros miedos, de nuestros sueños, de nuestros propósitos. Hay que hablar y hablar de verdad, decir lo que de verdad pensamos con amor y con humor.

Tenemos que dejar el pudor atrás con esa persona especial. Estoy tremendamente convencida de que muchas relaciones se rompen por no saber el arte de la comunicación. Sé que, parejas que podrían haber llegado lejos, se han quedado a las puertas de bonitas historias de amor, por no saber abordar temas realmente banales. Por no saber comunicarse, por no querer desnudarse de verdad.

Y vosotr@s…¿ habéis decidido dar el paso ? ¿ Ya os habéis desnudado hoy ? ¿ Ya estáis dispuestos a aceptar el desnudo de la persona que os acompaña?